El presupuesto para la Conade se redujo a la mitad de la administración 2012-2018 a la actual, generando una espiral de limitantes tanto para atletas ya consolidados como para nuevas generaciones.
Es imposible negar que el deporte mexicano y las autoridades gubernamentales atraviesan por una relación de alta tensión durante el sexenio presidencial 2018-2024, en el que la ex medallista olímpica Ana Gabriela Guevara fue la designada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para liderar la Conade.
El quinto año de gestión ha sido uno de los más álgidos por los recortes a becas y otros recursos, pero sobre todo por frases que, en vez de conciliar, encienden el campo de batalla, como cuando Guevara lanzó un mensaje a las seleccionadas de natación artística: “Por mí, que vendan Avon o tuppers”, en alusión a que tuvieron que vender trajes de baño para costear su viaje al Mundial de Egipto tras el desamparo de Conade.
Pero más allá de los dimes y diretes hay cifras que confirman un sexenio de abandono para el deporte mexicano. Un informe realizado por la organización México Evalúa, dedicada “al monitoreo de la operación gubernamental para elevar la calidad de sus resultados”, reveló cómo la administración actual redujo los presupuestos hasta la mitad en comparación con la anterior.
El dato más sobresaliente del informe, titulado “Conade: la cuantificación del abandono a los atletas”, señala que durante el sexenio presidencial de Enrique Peña Nieto la Conade recibió un presupuesto anual promedio de 4,800 millones de pesos, mientras que con AMLO bajó a 2,300 millones, es decir, 51% menos.
“Es un claro indicador de que el deporte no es prioridad para esta administración. Siento que el Presidente de la República tiene una visión muy pobre de lo que es el deporte en general y prueba de ello es su programa de beisbol, que nadie le pidió y que él cree que de ahí surgirán peloteros para Grandes Ligas, como si estas lo hubieran solicitado y, la verdad, es que la MLB no necesita de programas políticos, para ello tiene toda una estructura con sus respectivas alianzas”, opina para El Economista, Juan Ramón Piña, periodista deportivo que cubrió cuatro Juegos Olímpicos entre 1996 y 2016, así como académico universitario en temas de organización deportiva y comunicación.
El presupuesto de Conade ha ido en descenso desde que alcanzó su cúspide en 2013 con 9,544 millones de pesos, pero en 2022 llegó al punto más bajo con 1,956 millones, que representan una caída del 59% respecto al promedio anual del sexenio de Peña Nieto, en el que trabajaron Jesús Mena (2012-2015) y Alfredo Castillo (2015-2018).
“Se nota el marcado desinterés del Presidente por el deporte, se ve que desconoce toda su esencia y de ahí puede partir su decisión de quitarle recursos. Además, la tendencia de este gobierno ha sido restar, que puede estar bien en muchos casos, pero se llevó entre las patas al deporte, igual que muchos programas a los que les quitaron recursos para canalizarlos a asuntos populares que se volvieron prioridad”, agrega el periodista y académico.
Para 2023, el presupuesto de Conade es de 2,300 millones de pesos, que mantienen la tendencia a la baja al ser 53% menos que el promedio del presupuesto anual del sexenio anterior. El informe de México Evalúa también pide esperar cuánto de ese monto realmente se ejecutará, ya que en años anteriores el presupuesto aprobado no es el que se termina reflejando.
Por ejemplo en 2020, ya con el efecto de la pandemia, el presupuesto de la Conade estaba aprobado para ser de 3,164 millones de pesos pero terminó ejecutando 2,457 millones, un 22% menos. En 2021 la reducción fue del 13% y en 2022 del 18%, cuando en el sexenio anterior las reducciones nunca superaron el 10%.
“En lo general, la falta de recursos conlleva a una serie de limitaciones: carencia de nueva infraestructura, de apoyos para el alto rendimiento, adquisición de implementos para el alto rendimiento, contratación de entrenadores de alto nivel, falta de seguimiento a selecciones juveniles, ausencia de programas de salud y deporte para la población en general”, destaca Juan Ramón Piña De la Fuente.
Otro de los datos destacados es la reducción de presupuesto para el Comité Olímpico Mexicano (COM), que pasó de un promedio anual de 94 millones de pesos en el sexenio anterior a 9.4 millones en la actualidad, siendo totalmente diezmado. De ahí también han surgido las controversias con María José Alcalá, cabeza del COM y que en este 2023 lanzó un proyecto de financiamiento privado para atletas.
“Hay que señalar que el COM sólo es la representación del Comité Olímpico Internacional (COI) en el país y que el desarrollo del deporte de México no depende de él. Sin embargo, sí requiere recursos para cubrir la participación nacional en los diferentes Juegos regionales que existen, desde los Centroamericanos a los Olímpicos. Los seleccionados merecen una atención digna en todos los sentidos, entonces, es lastimoso que el COM esté siempre en la incertidumbre por la falta de recursos”.
El sexenio de Enrique Peña Nieto decretó apoyos económicos a 48 asociaciones deportivas, pero la de AMLO sólo lo ha hecho con 31. Junto al COM, otra de las organizaciones severamente recortadas fue la Federación Mexicana de Natación (FMN), al perder 88% de su presupuesto promedio anual con todo el contexto negativo que dejó Kiril Todorov, su ex presidente.
El top 5 de asociaciones más recortadas en presupuesto lo completan la Asociación Mexicana de Basquetbol, la Federación Mexicana de Beisbol y la Federación Mexicana de Triatlón; por el contrario, las cinco más beneficiadas en el sexenio de AMLO son la Federación Mexicana de Softbol, el Comíte Paralímpico Mexicano, la Federación Mexicana de Volibol, la Federación Ecuestre y la Federación Mexicana de Taekwondo.
El informe también exhibe el recorte en cuanto a becas tanto para atletas convencionales como discapacitados. En el sexenio anterior el promedio anual fue de 2,299 becas económicas para los convencionales y en el actual la reducción es del 45%, con un promedio de 1,269 por año. Para los discapacitados el promedio anual bajó de 422 a 355 (16% menos).
La infraestructura también está en picada. El informe, basado en datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y de la Secretaría de Educación Pública (SEP), señala que Conade sólo ha construido una obra de infraestructura deportiva en este sexenio, aunque su meta es tener 145 al final de 2024. Por el contrario, entre 2015 y 2018 se construyeron 34.
“Hablando del alto rendimiento, es una incoherencia absoluta reducir los recursos cuando esta administración afrontó casi dos ciclos olímpicos completos: pasó por Tokio 2020 y para París 2024 no se ve un panorama alentador”, concluye el especialista consultado por este diario.
Es así como las cifras confirman que el golpe al deporte mexicano va más allá de dimes y diretes en este sexenio. Son reducciones de presupuesto confirmadas ante las cuales las federaciones, atletas y entrenadores tienen que sobreponerse para ofrecer resultados favorables, como en los recientes Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador, donde México ganó el medallero a pesar de que Ana Guevara calificó a este evento como “de relleno”.